El objetivo de una planta de combustión que trabaja respetando el medio ambiente es la combustión completa del combustible y la explotación óptima del sistema.
Una de las principales variables para un funcionamiento óptimo es
la cantidad de aire de combustión.
La relación entre el exceso de aire de combustión y el requerimiento teórico de aire se denomina Aire Teórico λ (lambda).
El aire teórico se calcula en función de la concentración de los componentes del gas de combustión CO, CO2 y O2. Las relaciones entre un componente y otro se ilustran en un diagrama de combustión. Durante la combustión, cada contenido de CO2 corresponde a un determinado contenido de CO (en caso de falta de aire / λ 1). Sin embargo, cuando el valor de CO2 supera un umbral máximo, deja de ser indicativo y también es necesario medir CO u O2. Para el ejercicio con exceso de aire (caso normal), hoy en día se suele preferir el cálculo de O2. Para cada combustible hay un diagrama específico y un valor específico para el parámetro CO2max.

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